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lunes, 19 de marzo de 2012

Martí: “No he conocido humildad y honradez como la de Carmita”


Por José Gilberto Valdés

En ocasión del Día Internacional de la Mujer, Televisión Camagüey transmitió una crónica dedicada a la representación de las camagüeyanas en los cinco siglos de historia de esta villa, situada en la región centroriental de la Isla. No se dejó de mencionar a la proverbial belleza de Carmen Zayas-Bazán que cautivó a José Martí y Pérez.

Hoy se retoma el tema, tras la noticia de que la Iglesia Católica Mexicana había localizado el acta del enlace matrimonial, el 20 de diciembre de 1877, entre el joven exiliado Martí y la doncella emigrante Carmen. Una copia facsimilar de ese documento fue obsequiada al Presidente cubano Raúl Castro.

Carmen nació el 29 de mayo de 1853 en la antigua villa de Santa María del Puerto del Príncipe, hoy ciudad de Camagüey. Junto a su familia de posición acaudalada emigró a México en 1871, pues su padre apercibía amenazada la economía personal, por la marcha de los acontecimientos bélicos contra España.

En la casa de un amigo común mexicano se conocen Pepe y Carmita, quien escribió apasionada: Esta es la primera vez que tomo la pluma para decirte lo mucho que te amo, y tiemblo solamente al considerar que quizás es insuficiente para poder interpretar la nobleza de mis sentimientos.
Antes de marchar a Guatemala se casan. Su vida transcurre entre penurias, viajes y separaciones.

La joven pareja regresó en 1878 a La Habana, pero un año después ella y su hijo José Francisco, se quedan solos, pues Martí es nuevamente deportado a la península ibérica. Vuelven a unirse en 1880 en New York.

Incomprensiones de Carmen acerca de los ideales independentistas de su esposo y desencuentros en la pareja no permitieron conciliar el matrimonio.

Sin embargo, el amor que existió entre ambos se patentiza en los siguientes versos del poeta Martí:

Es tan bella mi Carmen, es tan bella,
Que si el cielo la atmósfera vacía
Dejase de su luz, dice una estrella
Que en el alma de Carmen la hallaría.

Por su parte, la bella Carmen conservó como una reliquia el álbum de la boda que firmaron, Enrique José Varona en Nueva York en 1898, y Máximo Gómez en 1899, en La Habana. En mayo de 1895, cuando supo de la caída en combate de Héroe Nacional intentó reclamar el cadáver. Ella falleció en La Habana, el 15 de enero de 1928.

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