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sábado, 25 de septiembre de 2010

El huracán de Venezuela


Por José Gilberto Valdés
valdes@tvcamaguey.icrt.cu

Al revisar la página digital de Televisión Camagüey, comenté con el webmaster la información y los gráficos en torno a la presencia de huracanes en el Caribe.

Por una idea que me rondaba en el subconsciente, pregunté si los huracanes también pasaban por Venezuela. Rigel me dio unas explicaciones que se resumen en la poca frecuencia de las trayectorias de esos eventos meteorológicos en la zona.

Consciente de la idea, dije:”No, estás equivocado, las cosas no son así…Si hay un huracán en Venezuela. Como en el mapa meteorológico se ve de un color rojo intenso –tonalidad del proletariado- y se aprecia con fuertes vientos de peculiar socialismo que recorren las grandes avenidas y los bien adentro barrios, para avivar hacia delante a las masas populares, que aprecian en el chavismo la realización de sus aspiraciones de vivir con dignidad…”

El presidente venezolano Hugo Chávez destacó que la victoria del domingo 26 de septiembre permitiría al Partido Socialista Unido profundizar en el carácter socialista de la revolución bolivariana. El PSUV debe lograr no menos de 110 de los 165 escaños de la Asamblea Nacional, para legislar sobre temas que benefician económica y socialmente al pueblo sudamericano y otros que favorecen también a los amigos del ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América).

Las cosas no son fáciles. Existen contra ciclones en el área, alentados por poderosos vientos mediáticos y ¿financiados? del norte.

Una lectura, esta mañana, en Cubadebate, afianza mi idea del huracán en Venezuela, con fuertes vientos de humanismo, igualdad y democracia. El líder de la revolución bolivariana, Hugo Chávez, sentenció: “Por ahí andan diciendo (la oposición) que ya vamos a hacer fraude y que van a guarimbear, nosotros ganaremos y defenderemos el triunfo del pueblo en las calles“.

domingo, 12 de septiembre de 2010

GRACIAS “PRIMO”

Por José Gilberto Valdés
valdes@tvcamaguey.icrt.cu

“Primo” era el apelativo que expresaba el incomparable sentimiento de amistad entre los combatientes internacionalistas cubanos y los soldados angolanos durante los trece largos años de lucha contra los invasores sudafricanos y por la sostenibilidad de la independencia del país. Vale la pena, entonces, escribir: Gracias “Primo”. No podía esperarse otra cosa de ustedes. Cuanto se ensancha el pecho mientras se lee que el tercer Encuentro Africano de Solidaridad con Cuba quedó inaugurado en Luanda con un persistente llamado a Estados Unidos para poner fin al bloqueo contra Cuba y liberar a los cinco antiterroristas presos en ese país del Norte.
Un artículo publicado en www.cubadebate.cu destaca además que el primer vicepresidente de la Asamblea Nacional angoleña, Joao Manuel Gonsalves Lourenço, exigió se conceda de inmediato la libertad a los luchadores cubanos, que sufren injustamente largas condenas de prisión.
Cinco héroes: René, Fernando, Ramón, Antonio y Gerardo permanecen en cárceles de los Estados Unidos por luchar contra el terrorismo, no por la violencia, sino por la inteligencia.
Ahí están por el temor de los poderosos que pretenden dar cátedra de derechos humanos. Tienen miedo a la manera en que estos hombres mantienen en alto sus frentes, defendiendo a la obra de la Revolución, que no los olvida y reitera que volverán a estar junto a nosotros.
De estos cinco compatriotas, tres cumplieron brindaron desinteresadamente su sangre y sudor en misiones internacionalistas como parte de unidades de tanques en la República Popular de Angola. En 1977, está presente en esas tierras africanas René González Sehwerert, luego, en l987, lo hace Gerardo Hernández Nordelo, mientras que en 1989 participa Fernando Gonzáles Llort en esta tarea, también bajo la condición de soldado voluntario de la Revolución.
La colega Norelys Aguilera me escribía acerca de la historia y enseñamiento iniciada hace 12 años. Las autoridades cubanas comunicaron a las norteamericanas que entre los grupos violentos y terroristas de Miami se planeaba voladura de aviones de civiles en el territorio de Estados Unidos, entre otros crímenes y fechorías. Lo que hizo el FBI fue apresar a quienes habían obtenido tal información. Eran los cinco cubanos infiltrados en los grupos terroristas.
Se les ofreció la libertad a cambio de declararse culpables de espiar al gobierno de Estados Unidos con lo cual estos tendrían una pretexto engañoso para agredir a Cuba. Se negaron y admitieron la responsabilidad de infiltrarse en grupos terroristas. Ni terroristas confesos han recibido en Estados Unidos las condenas de cadena perpetua y largos años de prisión a la que fueron sometidos los cubanos en juicio amañado en Miami.

HISTORIA DE VENGANZA Y ENSAÑAMIENTO


Hace 12 años las autoridades cubanas comunicaron a las norteamericanas que entre los grupos violentos y terroristas de Miami se planeaba voladura de aviones de civiles en el territorio de Estados Unidos, entre otros crímenes y fechorías. Lo que hizo el FBI fue apresar a quienes habían obtenido tal información. Eran cinco cubanos infiltrados en los grupos terroristas: René, Ramón, Gerardo, Antonio y Fernando.

Así comenzó una historia de venganza y enseñamiento. Se les ofreció la libertad a cambio de declararse culpables de espiar al gobierno de Estados Unidos con lo cual estos tendrían una pretexto engañoso para agredir a Cuba. Se negaron y admitieron la responsabilidad de infiltrarse en grupos terroristas. Ni terroristas confesos han recibido en Estados Unidos las condenas de cadena perpetua y largos años de prisión a la que fueron sometidos los cubanos en juicio amañado en Miami.

Desde entonces cinco cubanos faltan de sus familias. El pueblo de Cuba los honra como héroes. Un movimiento solidario internacional ha identificado esta causa como suya. Cualquiera también habría podido ser víctima de las actividades que denunciaron los Cinco. Cualquier causa justa en el mundo no está desvinculada del bregar de estos cubanos.

Ninguna batalla por la justicia nos es ajena. Estos hombres valerosos de la patria cubana merecen nuestra palabra.


Norelys Aguilera

sábado, 11 de septiembre de 2010

Acepto, otra vez, la invitación de Silvio Rodíguez

Por José Gilberto Valdés
valdes@tvcamaguey.icrt.cu

Acepto la invitación. Silvio, la razón es que siempre te he visto a mi lado en los caminos de la Revolución, junto al siempre Comandante en Jefe Fidel Castro, desde que irrumpiste en el acontecer musical cubano con el grupo de experimentación sonora, con el “Ojalá” y “La era está pariendo un corazón”. Cuando a mediados de 1976, en una ciudad del sur de Angola, recién retirados los invasores sudafricanos, nos reforzaste el espíritu con tus canciones. Pienso ahora que la Revolución como Prometeo llevó la luz a las tierras africanas, en aquellas ocasiones como combatientes, ahora como profesionales de la salud, ingenieros, educadores, asesores de todo tipo. Ahí conocí por primera vez la canción “El necio” y la recuerdo cada vez que identifico un “cambiacasacas”, a uno de esos peligrosos extremistas revolucionarios que calificaba Lenin como oportunistas, a unos de esos que miramos con recelos y pensamos, ca… podré compartir la trinchera con fulano…, a quienes quieren echar mierda a la obra de la Revolución, que en su momento oportunidad los hizo hombres y mujeres, aun en medio de los contratiempos del bloqueo al quehacer económico de nuestro país. Contra ellos también lucharon no con la violencia sino con la inteligencia, esos cinco cubanos que sufren injusta prisión en cárceles de los Estados Unidos, por el solo delito de impedir el terrorismo, esa plaga contra la quien también dice luchar el gobierno norteamericano. Me aprecia sobremanera que mis dos hijos coleccionen tus canciones, como muchos hijos rebeldes de la América: de hecho aceptan una idea, también tu invitación, como miles, millones de cubanos.

A quienes me leen, propongo tu artículo extraído de Cubadebate, quienes gentilmente colocan un boletín cada día en mi correo electrónico.

INVITACION

Creo que la Revolución Cubana dignificó a nuestro país y a los cubanos. Y que el Gobierno Revolucionario ha sido el mejor gobierno de nuestra Historia.
Sí: antes de la Revolución La Habana estaba mucho más pintada, los baches eran raros y uno caminaba calles y calles de tiendas llenas e iluminadas. Pero ¿quiénes compraban en aquellas tiendas? ¿Quiénes podían caminar con verdadera libertad por aquellas calles? Por supuesto, los que “tenían con qué” en sus bolsillos. Los demás, a ver vidrieras y a soñar, como mi madre, como nuestra familia, como la mayoría de las familias cubanas. Por aquellas avenidas fabulosas sólo se paseaban los “ciudadanos respetables”, bien considerados en primer lugar por su aspecto. Los harapientos, los mendigos, casi todos negros, tenían que hacer rodeos, porque cuando un policía los veía en alguna calle “decente”, a palos los sacaban de allí.
Esto lo vi con mis propios ojos de niño de 7 u 8 años y lo estuve viendo hasta que cumplí 12, cuando triunfó la Revolución.
En la esquina de mi casa había dos bares, en uno de ellos, a veces, en vez de cenar, nos tomábamos un batido. En varias ocasiones pasaron marines, cayéndose de borrachos, buscando prostitutas y metiéndose con las mujeres del barrio. A un joven vecino nuestro, que salió a defender a su hermana, lo tiraron al suelo, y cuando llegó la policía ¿con quién creen que cargaron? ¿Con los abusadores? Pues no. A patadas por los fondillos se llevaron a aquel joven universitario que, lógicamente, después se destacaba en las tánganas estudiantiles.
Ahí están las fotos de un marine meando, sentado en la cabeza de la estatua de Martí, en el Parque Central de nuestra Capital.
Eso era Cuba, antes del 59. Al menos así eran las calles de la Centrohabana que yo viví a diario, las del barrio de San Leopoldo, colindante con Dragones y Cayo Hueso. Ahora están destruidas, me desgarra pasar por allí porque es como ver las ruinas de mi propia infancia. Lo canto en “Trovador antiguo”. ¿Cómo pudimos llegar a semejante deterioro? Por muchas razones. Mucha culpa nuestra por no haber visto los árboles, embelesados con el bosque, pero culpa también de los que quieren que regresen los marines a vejar la cabeza de Martí.
Estoy de acuerdo en revertir los errores, en desterrar el autoritarismo y en construir una democracia socialista sólida, eficiente, con un funcionamiento siempre perfectible, que se garantice a sí misma. Me niego a renunciar a los derechos fundamentales que la Revolución conquistó para el pueblo. Antes que nada, dignidad y soberanía, y asimismo salud, educación, cultura y una vejez honorable para todos. Quisiera no tener que enterarme de lo que pasa en mi país por la prensa de afuera, cuyos enfoques aportan no poca confusión. Quisiera que mejoraran muchas cosas que he dicho y otras que no.
Pero, por encima de todo, no quiero que regrese aquella ignominia, aquella miseria, aquella falsedad de partidos políticos que cuando tomaban el poder le entregaban el país al mejor postor. Todo aquello sucedía al tibio amparo de la Declaración de los Derechos Humanos y de la Constitución de 1940. La experiencia pre-revolucionaria cubana y la de muchos otros países demuestran lo que importan los derechos humanos en las democracias representativas.
Muchos de los que hoy atacan la Revolución, fueron educados por ella. Profesionales emigrados, que comparan forzadamente las condiciones ideales de “la culta Europa”, con la hostigada Cuba. Otros, más viejos, quizá alguna vez llegaron a “ser algo” gracias a la Revolución y hoy se pavonean como ideólogos pro capitalistas, estudiosos de Leyes e Historia, disfrazados de humildes obreros. Personalmente, no soporto a los “cambiacasacas” fervorosos; esos arrepentidos, con sus cursitos de marxismo y todo, que eran más papistas que el Papa y ahora son su propio reverso. No les deseo mal, a nadie se lo deseo, pero tanta inconsistencia me revuelve.
La Revolución, como Prometeo (le debo una canción con ese nombre), iluminó a los olvidados. Porque en vez de decirle al pueblo: cree, le dijo: lee. Por eso, como al héroe mitológico, quieren hacerle pagar su osadía, atándola a una remota cumbre donde un buitre (o un águila imperial) le devore eternamente las entrañas. Yo no niego los errores y los voluntarismos, pero no sé olvidar la vocación de pueblo de la Revolución, frente a agresiones que han usado todas las armas para herir y matar, así como los más poderosos y sofisticados medios de difusión (y distorsión) de ideas.
Jamás he dicho que el bloqueo tiene toda la culpa de nuestras desgracias. Pero la existencia del bloqueo no nos ha dado nunca la oportunidad de medirnos a nosotros mismos.
A mí me gustaría morir con las responsabilidades de nuestras desdichas bien claritas.
Por eso invito a todos los que aman a Cuba y desean la dignidad de los cubanos, a gritar conmigo ahora, mañana, en todas partes: ¡Abajo el bloqueo!

viernes, 3 de septiembre de 2010

Fidel and the first lesson of the Cuban school course

By : José Gilberto Valdés / Televisión Camagüey
valdes@tvcamaguey.icrt.cu
The historical perron of the University of Havana, scenario of multiple battle of ideas of Cuban youths' generations, has become in the morning of this Friday September 3, in a great classroom, where an unquestionable teacher, Fidel, imparts the first class of the school course: The peace, as the humanity's survival.
This message to the university students is carried out in the first presence in an act of the leader of the Cuban Revolution`s masses. The appearance sinks to the arguments in interviews, official conversations, visits to Cuban communities and Reflections that has carried out to alert to the world on the urgent topic of the nuclear war, its consequences and way of avoiding it during the summery season.
The danger of a nuclear holocaust has changed land. It is no longer an island of the Caribbean, when in the crisis of the missiles in the year 1963 willing to defend with dignity its sovereignty, now is Iran, a nation that an inch doesn't go back in front of the leonine demands of United States and Israel, under the pretext of possessing a nuclear arsenal.
In a document had read the Cuban Parliament for some weeks highlighted “So dramatic was the square that had before that didn't see another exit as was not a survival, perhaps probable, in the part of this hemisphere that didn't have reason to be white of direct attack and in some isolated regions of the planet.”
All action is, again, of persuading an American president of throwing the trigger. An apocalyptic situation has been created in that area of the world. There is a hope however. In the hands of Barack Obama is the alternative to offer the possibility of the peace, in the humanity's benefit.
Some minutes ago, when summarizing his intervention in front of the university students, like in all the learned and enthusiastic, but now free and more conscious times, the Commandant in Boss Fidel Castro meant that the presence and the moral support that are offering to this fight for the peace. He exhorted them to not leaving the battle that like in other many fights of the past is possible to conquer.
The fight continuous

Fidel y la primera clase del curso escolar cubano

Por José Gilberto Valdés
valdes@tvcamaguey.icrt.cu


La histórica escalinata de la Universidad de La Habana, escenario de múltiples batalla de ideas de generaciones de jóvenes cubanos, se ha convertido en la mañana de este viernes 3 de septiembre, en una gran aula, donde un incuestionable maestro, Fidel, imparte la primera clase del curso escolar: La paz, como supervivencia de la humanidad.

Este mensaje a los universitarios se lleva a cabo en la primera presencia en un acto de masas del líder de la Revolución Cubana. La comparecencia se suma a los argumentos en entrevistas, conversaciones oficiales, visitas a colectivos cubanos y Reflexiones que durante la temporada estival ha llevado a cabo para alertar al mundo sobre el urgente tema de la guerra nuclear, sus consecuencias y modo de evitarla.

El peligro de un holocausto nuclear ha cambiado de terreno. Ya no es una isla del Caribe, cuando en la crisis de los misiles en el año 1963 dispuesta a defender con dignidad su soberanía, ahora es Irán, una nación que no retrocede una pulgada frente a las leoninas exigencias de Estados Unidos e Israel, bajo el pretexto de poseer un arsenal nuclear.

En un documento leído hace unas semanas al Parlamento Cubano destacó: “Tan dramático era el cuadro que tenía delante, que no veía otra salida como no fuera una supervivencia, tal vez probable, en la parte de este hemisferio que no tenía motivo para ser blanco de ataque directo y en algunas regiones aisladas del planeta.”
Recuerdo en estos momentos, la reciente lectura de un artículo del periodista y escritor Gabriel García Márquez sobre la bomba de Hiroshima (Publicado el 24 Agosto 2010 en Gabriel García Márquez, Opinión).

“Un minuto después de la última explosión, más de la mitad de los seres humanos habrá muerto, el polvo y el humo de los continentes en llamas derrotarán a la luz solar, y las tinieblas absolutas volverán a reinar en el mundo. Un invierno de lluvias anaranjadas y huracanes helados invertirá el tiempo de los océanos y volteará el curso de los ríos, cuyos peces habrán muerto de sed en las aguas ardientes, y cuyos pájaros no encontrarán el cielo. Las nieves perpetuas cubrirán el desierto del Sahara, la vasta Amazonía desaparecerá de la faz del planeta destruido por el granizo, y la era del rock y de los corazones transplantados estará de regreso a su infancia glacial. Los pocos seres humanos que sobrevivan al primer espanto, y los que hubieran tenido el privilegio de un refugio seguro a las tres de la tarde del lunes aciago de la catástrofe magna, sólo habrán salvado la vida para morir después por el horror de sus recuerdos. La Creación habrá terminado. En el caos final de la humedad y las noches eternas, el único vestigio de lo que fue la vida serán las cucarachas.”


Ya no se trata de las dos bombas con las cuales se asesinó a miles de japoneses hace 60 años. En el marco del Tratado Estratégico de Reducción Ofensiva, EE.UU. y Rusia se comprometieron a dejar su arsenal en 1 700 y 2 200 las ojivas nucleares estratégicas desplegadas para finales de 2012.

Toda acción se trata, nuevamente, de persuadir a un presidente estadounidense de tirar el gatillo. Se ha creado una situación apocalíptica en esa zona del mundo. Hay sin embargo una esperanza. En las manos de Barack Obama está la posibilidad de ofrecer la posibilidad de la paz, en beneficio de la humanidad.

Hace unos minutos, al resumir su intervención frente a los estudiantes universitarios, como en todos los tiempos cultos y entusiastas, pero ahora libres y más conscientes, el Comandante en Jefe Fidel Castro significó que la presencia y el apoyo moral que están ofreciendo a esta lucha por la paz. Los exhortó a no dejar la batalla que como en otras muchas luchas del pasado es posible vencer.

La lucha continua.