Por José Gilberto Valdés
Hoy prosigo con las crónicas
sobre coincidencias de acciones combativas internacionalistas en Angola durante
el año 1976, y fechas trascendentales para los cubanos.
En la localidad de Catofe, en la meseta central de Angola, se reorganizaban a finales de enero las
fuerzas desembarcadas en Luanda del regimiento de infantería motorizada,
integrado por voluntarios militares y
reservistas. Un grupo de avanzada había acondicionado el 28 un puesto de mando
en la edificación con cuartos y cafetería a la orilla de la carretera.
Cuando recibo al jefe de información, me señala con ironía:
--Compadre… dicen que “eto é” una posada…
–Por estas tierras,
mayor, el significado de la palabra es distinto al que le damos en Cuba --Respondo,
sutilmente, al mulato oriental. Agrego, esperando otro puyazo--La compañía de exploración hay que alojarla enfrente,
en la capilla.
No hay - ni quedan en
pie- muchos locales en este pequeño pueblo. Junto a otro compañero lo habíamos
recorrido, con extrema atención a posibles minas. En resumen, tenemos el
croquis del lugar, un manual de jefe de compañía sudafricana con mucha información
útil, y la caja de latas de carne rusa
que pescamos con un improvisado gancho y cable telefónico, para evitar los
explosivos “cazabobos”. De todas estas cosas, mis compañeros dan bienvenida a la
latería ante la ausencia de logística.