Por José Gilberto Valdés
Las voluminosas y hermosas vasijas de barro,
sello emblemático para los pobladores de la quingentésima ciudad de Camagüey,
vuelven a ser pretexto para reunir y disfrutar de las mejores muestras
culturales de la localidad, del 22 al 26
de marzo.
Había una vez, los colonos que establecieron
la Villa de Santa María del Puerto del Príncipe el 2 de febrero de 1514, en la
Bahía de Nuevitas, encaminaron sus pasos un par de años después hasta al
cacicazgo de Caonao, en el interior del territorio, en busca de fuentes de agua
y, sobre todo, oro.
Poco tiempo estuvieron en el lugar pues la
sublevación de los indígenas provocó el asalto y la quema del asentamiento.
Tras la marcha forzosa hacia el este fueron bien recibidos por el cacique Camagüebax, en una zona
situada entre los ríos Tínima y Hatibonico. Definitivamente, se quedaron
en este paraje distante del mar,
favorable para la explotación minera, el desarrollo de la agricultura y sobre
todo la ganadería