El intenso tiroteo de armas de diverso
Cuartel Moncada. Foto: Ismael Francisco/Cubadebate |
calibre sacó del letargo en que se encontraba laciudad de Santiago de Cuba aquella madrugada del 26 de julio, tras una de las activas jornadas carnavalescas que se celebraban ese mes.
Por la multitud de testimonios conocidos en el trascurso de 60 años, no es difícil imaginarse a los santiagueros saliendo a las calles para esclarecer la gran confusión ¿Qué es lo que pasa? ¿Dónde es la cosa? Poco a poco trascendía de boca en boca el rumor: …están asaltando al cuartel Moncada… Mientras pasaban las horas del combate, surgían nuevas preguntas tales como ¿Quiénes son esos locos? En el caudal de dudas, algunos afirmaban que eran los mismos soldados…
“El Moncada pudo haber sido tomado, y si hubiéramos tomado el Moncada derrocamos a Batista, sin discusión alguna. Nos habríamos apoderado de algunos miles de armas. Sorpresa total, sumada a la astucia y el engaño al enemigo. Todos fuimos vestidos de sargentos, simulando el antecedente del golpe de los sargentos, dirigido precisamente por Batista, en el año 1933 (…)En Santiago de Cuba les hubiera llevado horas reponerse del caos y la confusión que se generaría en sus filas, dándonos tiempo para los pasos subsiguientes”. (Ramonet, Cien Horas con Fidel)Desde meses anteriores al 26 de Julio, el trabajo clandestino revolucionario se hacía cada vez más intenso en el occidente de la Isla con el fin de seleccionar entre un millar de voluntarios a los 120 futuros asaltantes al cuartel Moncada –la segunda fortaleza del país albergaba 1 500 hombres- y el grupo de 40 que atacaría el de Bayamo, encargado de asegurar la retaguardia ante el posible contraataque del enemigo.
En capital del país, en absoluto secreto, se confeccionaban una parte de los uniformes similares a los del ejército y también se compraban alguna ropa de ese tipo con la excusa de que era para trabajadores del campo. También se adquirían en armerías las escopetas y fusiles de caza, con las cuales se enfrentarían al armamento grueso calibre del cuartel. Todo el dinero empleado para estos fines procedía de los bolsillos de los propios combatientes, que hicieron sacrificios incalculables para contribuir a la lucha contra la tiranía de Fulgencio Batista.
En abril, las afueras de Santiago de Cuba, se alquila una finca con el pretexto de organizar una granja de pollos. Pocos días antes del asalto al Moncada fueron trasladados hacia la granjita los alijos de armas, que fueron ocultadas en un pozo, los uniformes y otros pertrechos.
Prácticamente horas antes del ataque, los revolucionarios arriban a la ciudad tras el viaje desde La Habana en automóvil y se alojaron en casas de huéspedes, previamente alquiladas. El inusitado movimiento de personas, sobre todo jóvenes, se apreciaba normal por los festejos del carnaval. En la noche del 25 de julio se concentran en la granjita. Allí conocen la misión.
“ A las 5:15 exactamente atacamos, porque a esa hora los soldados tenían que estar durmiendo y debía ser antes de que se levantaran. (…)El primer carro se detiene al llegar al objetivo, se bajan los hombres rápidamente para neutralizar a los centinelas y quitarles las armas. (…) La presencia de esa patrulla cosaca, originada al parecer por los carnavales, era algo que desconocíamos y, por su proximidad a la posta de la entrada, nos creó graves trastornos. (…) El tiroteo se generaliza. Las sirenas de alarma comienzan a rugir mezcladas con los disparos y a emitir infernal e incesante ruido. (…) El combate se libra fuera del cuartel, la enorme y decisiva ventaja de la sorpresa se había perdido.(…) El cuartel podía haber sido tomado con el plan elaborado. Si fuera a hacer de nuevo un plan para una misión como aquélla, lo haría exactamente igual. (Ramonet, Cien Horas con Fidel)http://www.radiorebelde.cu/26-julio-rebelde/fidelhablamoncada1.html
http://www.prensa-latina.cu/Dossiers/Moncada/Asalto.html
http://alocubano.wordpress.com/2011/07/21/fidel-habla-del-moncada/
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