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martes, 11 de septiembre de 2012

11 S, FECHA FATÍDICA


Por José Gilberto Valdés

El 11 de septiembre puede considerarse una fecha fatídica en el calendario. Dos acontecimientos nefastos registrados las últimas cuatro décadas desde el sur al norte del continente americano, nos llevan de la mano y el pensamiento a esas conclusiones.

Año 1973. Los teletipos de las agencias noticiosas repiquetean insistentemente en las redacciones periódicos, radios y televisoras de todo el mundo. Se había fraguado la traición de las fuerzas armadas chilenas contra el Gobierno constitucionalmente electo, que durante tres años llevaba a cabo un programa político con tendencia socialista.

Washington (Nixon – Kissinger) no podía permitir las reformas en respaldo de las masas populares. El presidente Salvador Allende fue fiel hasta su último aliento a su compromiso con el pueblo y abrió para siempre las grandes alamedas que se extienden sobre la ciénaga, primero impregnada del terror fascista que causó más de tres mil muertes entre otros males, y luego convertido en escenario de un experimento neoliberal de capitalismo.

La repercusión del golpe de estado en Chile, alentado y apoyado por la CIA, consolidó otras crueles dictaduras latinoamericanas en Bolivia, Uruguay, Brasil, Paraguay, Argentina y Perú.

A pesar de tanta impunidad en 39 años, hoy se aprecia a las nuevas generaciones que emprende sus pasos hacia un futuro mejor, mientras que otros procesos sociales latinoamericanos enfrentan la guerra mediática y zancadillas del yanqui injerencista, en la consecución de ideales semejantes a los de Allende.

La fecha del 11 de septiembre también es luctuosa para el pueblo norteamericano. En el año 2001 el mundo miraba asombrado en las pantallas de los televisores a los dos aviones que se estrellaban contra las Torres Gemelas del Centro Mundial de Negocios (World Trade Center) en Nueva York. En el atentado perdieron la vida cerca de tres mil personas. Una secuela de enfermedades cancerígenas por los polvos tóxicos del derrumbe de esas edificaciones ha provocado 400 muertes.

Una tercera nave comercial involucrada en el plan terrorista del grupo Al-Qaeda – encabezado por Osama Bin Laden, un alumno aventajado en los cuarteles de la CIA- se lanzó contra el edifico del Pentágono, aunque presuntamente su objetivo era el Capitolio, mientras la cuarta se estrelló en campo abierto.

Aun no se sabe toda la verdad.

Sin embargo, ese lamentable acontecimiento, fue el pretexto para que los Estados Unidos emprendieran la “Guerra contra el terrorismo”, que en muchas ocasiones se aprecia como una lucha contra la paz para imponer un nuevo orden mundial, dominado por el Imperio del Norte. Según informa TeleSur, desde ese año “el presupuesto anual de defensa se duplicó en más de 700 mil millones de dólares, y las ganancias anuales de la industria militar se cuadruplicaron…”

En la campaña bélica de Afganistán perdieron la de vida de más de mil 750 soldados norteamericanos. En mayo del 2011 un grupo militar de entrenamiento especializado ajustició al líder del Al-Qaeda, en una operación en Pakistán.

Todo parece indicar que la misión por el dominio global no concluye en ese episodio y a la sombra de la Ley de Seguridad Nacional o Patriótica, los yanquis justifican otras campañas interventoras, junto a sus aliados, como la invasión a Libia y , en los días actuales, la creciente amenaza y desmanes contra Siria.

¿Habrá otros fatídicos II de septiembre?

(Consultada información en Cubadebate, TeleSur, El Clarín y http://chilemir.tripod.com)

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