Por José Gilberto Valdés
Para los cubanos no se trata solo de celebrar hoy, 22 de marzo, el Día
Mundial del Agua a propuesta de la Organización de las Naciones Unidas. En la
mayor isla caribeña, rodeada de mar, se trata de la única alternativa de
dedicar todos los días al agua potable.
Mientras en el mundo unas 800 millones de personas no tienen acceso al
vital líquido, en Cuba ya desde hace más de una década el 96 por ciento de la población disfruta del
acceso sostenible al agua potable.
Es necesario apuntar --en estos días que tanto se ha relacionado a
nuestro país con el tema-que este resultado in crescendo se corresponde con el reconocimiento de la
ONU, hace cinco años, del acceso al agua potable y al
saneamiento como un derecho humano.
Pero los logros de los cubanos no se corresponden
solo al quinquenio. Desde los primeros años de la Revolución y, particularmente,
luego del devastador paso del ciclón Flora (1963) en la parte oriental de la
isla, se emprendió un amplio proyecto de construcción de embalses superficiales
para conservar el agua que antes iba al
mar.
Fidel señalaba aquellos años acerca de ese
propósito: “Cuando llueva mucho en vez de ocurrir una desgracia
para el país, será una suerte, porque entonces llenaremos todas las represas y
tendremos agua abundante, una agricultura segura, sobre la base del regadío”.
A partir de
una voluntad hidráulica desplegada en los años siguientes ya en la actualidad se
cuenta con 241 grandes presas y otras obras afines que suman una capacidad de
13 mil millones de metros cúbicos, para abastecer a los planes agropecuarios, las industrias y el sistema de acueductos a la
población.
Sin dudas, un contraste con el panorama al Triunfo
de la Revolución, en 1959, cuando solo existían trece embalses pequeños, que guardaban
unos 48 millones de metros cúbicos de agua para la caña y la reducida red de acueductos en las poblaciones.
En torno a este derecho humano al agua potable quisiera comentar sobre algunos
indicadores del sistema de la ONU:
SUFICIENTE. El abastecimiento de agua por persona debe ser suficiente y continuo
para el uso personal y doméstico. La
capacidad de embalse representa unos1 220 m3
por persona, pero se impulsa amplio plan de propaganda para el uso racional del
recurso, teniendo en cuenta los intensos periodos de sequía.
SALUDABLE. El agua libre de microorganismos, sustancias químicas y peligros
radiológicos que constituyan una amenaza para la salud humana. En Cuba, la
cloración alcanza 99 por ciento.
ACEPTABLE. El agua presenta un color, olor y sabor aceptables para ambos usos,
personal y doméstico.
FÍSICAMENTE
ACCESIBLE. De acuerdo con la OMS, la fuente
de agua debe encontrarse a menos de 1.000 metros del hogar. Nuestro
país cuenta con 875 acueductos en el sector urbano y 1 849 en zonas rurales.
Aunque la sequía torna complejo el proceso y es necesario trasladar agua en
cisternas a los barrios y comunidades.
ASEQUIBLE. El agua y los servicios e instalaciones de acceso al agua deben ser
asequibles para todos. El coste del agua en Cuba es subsidiado y representa un
peso moneda nacional por persona (unos cinco centavos de dólar) cada mes.
Hoy, Día Mundial del Agua, es una oportunidad para
mostrar nuestros resultados aún perfectibles pero si comparables de cuánto se hace cada jornada en nuestro país para
beneficiar a sus pobladores con el derecho humano de accesibilidad al agua
potable.
http://www.cubasolar.cu/biblioteca/Energia/Energia30/HTML/articulo05.htm
http://www.un.org/spanish/waterforlifedecade/human_right_to_water.shtml
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