Por José Gilberto Valdés
No se puede hablar de Cuba, sin mencionar a las mujeres,
quienes a lo largo de la historia en la mayor de las Antillas han hecho notar
su presencia, desde los enfrentamientos de los primeros habitantes contra los
descubridores -- ¿explotadores?—proveniente del Viejo Mundo, la lucha de las
africanas traídas a la fuerza contra el esclavismo y el asentamiento de la
nacionalidad cubana, hasta la creación de la sociedad “con todos y para bien de
todos” que soñara José Martí.
En la actualidad, ellas son protagonistas inigualables de la
actualización del proyecto social cubano, a la vez que fortalecen la igualdad
de género en el quehacer cotidiano económico, político, social, y en la propia
familia. De tal manera, son los acontecimientos de participación femenina y
ponen en juicio aquella frase del “sexo débil” y la convierten en un término obsoleto.
Sin dudas, no falta a la mujer cubana capacidad alguna de
las que posee el hombre.
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