Por José Gilberto Valdés
Ciertamente, como la frase
martiana que encabeza el blog de Fernando Ravsberg, Cartas de Cuba, el periodismo “…Debe desobedecer los apetitos del bien
personal y atender al bien público”.
No creo que basten 667
caracteres empleados por el corresponsal español para comentar la
sorpresa al
escuchar un inusual reportaje investigativo en la radio cubana acerca de la
situación de los hospitales en el país.
Se reparan muchos hospitales cubanos |
No todas las edificaciones del
Ministerio de Salud Pública están en las óptimas condiciones físicas, pero detrás
de un descorchado en la pared, hay hombres y mujeres con amplio sentido de consagración
y conocimiento actualizado, además de equipamiento de primera línea --entran a
la Isla por las grietas del muro que acorrala nuestra economía— quienes no
distinguen bolsillos, color de la piel, credo religioso o político, para
prestar una atención médica del primer mundo TOTALMENTE GRATIS.
¿Está el Gobierno ajeno a
las condiciones materiales? A plena luz, más de una vez, se ha demostrado que
al contar peso a peso en las reducidas arcas, muchos son para los servicios de salud al pueblo. El
presupuesto del Estado para el presente año 2014 destina el 54 por ciento de los recursos a los servicios sociales,
particularmente en salud y educación.
En años de estrechez pecuniaria,
no se ha podido atender a todo, sin embargo resulta imposible cerrar los ojos a
las trasformaciones para bien en muchas instalaciones hospitalarias y la creación
de condiciones apropiadas para la relación médico-paciente en toda la Isla, según reiteradamente exponen los medios de comunicación
nacionales.
Sobre temas de preocupación
por la salud del pueblo, también se podría escribir una Carta de España, a
partir de publicaciones como laSexta.com
(Madrid) el 9 de enero de 2014 y agregar quizás el fragmento:
(…)
los recortes (presupuestarios) y las bajas de los sanitarios que no se cubren
están colapsando el sistema de salud en Reus, Ciudad Real, en Pamplona, en
Sevilla. Estos hospitales han tenido que
habilitar las plantas de maternidad o pediatría para poder atender a los
pacientes que se hacinan en los pasillos.
Hileras
de camas con pacientes en el pasillo de Urgencias del Hospital Virgen de la
Salud de Toledo y en el Hospital de Getafe, los sanitarios confirman que una
veintena de pacientes esperan en camas y camillas en los pasillos de urgencias.
Situación que se repite en la mayoría de hospitales públicos españoles. (*)
En España se reportan saturación de Servicios de Urgencia |
(…)Antibióticos,
corticoides, gasas, jeringuillas, guantes, ropa de cama... Los servicios de
Urgencias de los hospitales públicos de Zaragoza presentan problemas de
abastecimiento de algunos fármacos y diversos materiales desde hace días, según
ha denunciado el sindicato de enfermería Satse.
La
apertura de plantas cerradas en el Miguel Servet y el Royo Villanova, los
centros más importantes de Aragón, ante la saturación de los servicios de
Urgencias estos últimos días apenas ha aliviado la situación porque el personal
sanitario se ha encontrado con una "alarmante escasez de material",
afirma Satse.
(…)Durante
el mes de diciembre, el Gobierno de Aragón impidió la compra de material médico
por parte de los hospitales públicos y centros de atención primaria al cerrar
el sistema informático que regula las compras, lo que está provocando el actual
desabastecimiento que denuncian los sindicatos. (**)
Esto sucede en un país donde
más del 60 por ciento de las camas
hospitalarias son de carácter público, en una infraestructura sanitaria cuya calidad
traspasa fronteras, pero que afronta una involución de los gastos presupuestarios
–promedió 36 por ciento en el trienio 2007-2010— (***), como consecuencia de la
crisis económica española.
Muy castiza la expresión de
que en todas partes cuecen habas.
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