- Primer General en Jefe del Ejército Libertador de Cuba
- Combatió en México a los invasores franceses
Por José Gilberto Valdés
El apellido Quesada es uno
de los más antiguos de la Villa de Santa María del Puerto del Príncipe (hoy
Camagüey) y está relacionado con muchas familias de precursores que emprendieron
el camino a la manigua en la lucha independentista de la metrópoli española.
Entre los que ostentan el
ilustre apellido se encuentra Manuel de
Quesada Loynaz, nacido el 29 de marzo de 1833 en esta andariega localidad, fundada hace
medio milenio por los españoles, en la región centro oriental de la Isla de
Cuba.
Criollo de pura cepa, cuando
apenas cuenta veinte años de edad se sumó a la organización secreta “Sociedad
Libertadora de Puerto Príncipe”. El historiador camagüeyano José Fernando
Crespo Baró afirma: “Este hecho confirma
su conciencia política y práctica patriótica en relación con el movimiento
encabezado por el camagüeyano Joaquín de Agüero y Agüero, cuyo proyecto
igualmente emancipador estaba enfilado contra el gobierno absolutista”. (1)
Desmembrado el intento
anticolonialista, las intenciones liberales de Manuel de Quesada son postergadas
y perseguido por infidencia abandonó la Isla, oculto en un barco en julio de
1855. Su destino fue New York de donde parte años después a México para sumarse
a la resistencia contra la invasión francesa. En el país centroamericano se
destaca honrosamente en las acciones militares que encabezaba Benito Juárez y
alcanzó el grado de General de División.
“Tenía grandes aptitudes militares, y era muy astuto y valiente”,
dijo general mexicano Porfirio Díaz, acerca de la participación del camagüeyano
en la guerra para derrocar al imperio de Maximiliano (1857-1861).
Regresó nuevamente a los Estados Unidos. En 1868 conoció
la noticia del alzamiento de orientales y camagüeyanos encabezado por Carlos
Manuel de Céspedes. Entonces se le apreció en medio de los preparativos de la
primera expedición de hombres y miles de armas que a bordo de la goleta “Galvanic”
desembarca el 27 de diciembre de 1868, en la costa norte de Camagüey.
Por su experiencia y conocimientos militares es nombrado días después como
jefe de los insurrectos en la región. El 12 de abril de 1869 fue
designado General en Jefe del Ejército Libertador, con la aprobación de
Asamblea Constituyente de la República en Armas, celebrada en el poblado de
Guáimaro. “Integró a su Estado Mayor un
grupo selecto de jóvenes, entre quienes sobresalían sus ayudantes venezolanos Cristóbal
y Tomás Mendoza, nietos del primer presidente de Venezuela independiente y los
cubanos Antonio Zambrana y los hermanos Manuel y Julio Sanguily”.(2)
Sin embargo, a finales del propio año, en medio de una
activa campaña militar y aseguramiento logístico para el ejército, es
destituido por las apreciaciones inadecuadas de la Asamblea de Representantes de que la
manera en que Manuel de Quesada ejercía de su mando lo conducía supuestamente a
una dictadura militar. Este fue uno de los tantos procedimientos erróneos que
condujeron después al final infructuoso de la “Guerra de los Diez Años”.
El presidente de la República
en Armas, Carlos Manuel de Céspedes decide encargarlo, como Agente Especial, de la preparación en el extranjero de expediciones
como la del vapor Virginius, que realizó tres viajes a la Isla, ante de ser detectado,
y la Expedición Venezolana de Vanguardia, para apoyar con hombres, armamentos y otras
vituallas a las fuerzas mambises que se enfrentaban al ejército español.
Después del pacto de Zanjón,
que puso fin a la lucha entre cubanos y el gobierno español, se radicó en Costa
Rica. Enfermo, pobre y casi solo, fallece el 30 de enero de 1884 Manuel de Quesada, un general de Cuba y América.
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