Por José Gilberto Valdés
No se trata de un título
prensa amarillista, mucho menos sensacionalista. Ambos procederes están
proscritos de la
ética periodística, con profunda raíz martiana, que se enseña a los estudiantes de periodismo en
Cuba.
Sencillamente me sumé al
juego de palabras del editorial que el fin de semana vio a la luz en el semanario ADELANTE, con
medio siglo de fidelidad a la Revolución, que se edita en la centroriental
provincia de Camagüey.
Allí se lleva a cabo desde hace siete años la
interesante práctica de que artículos, noticias y reportajes correspondientes a
la publicación cercana al 14 de marzo, Día de la Prensa Cubana, sean elaborados
por estudiantes de periodismo de la Universidad de Camagüey “Ignacio Agramonte
Loynaz”.
Siempre he sido
partidario que el ejercicio reiterado en
las redacciones de los medios de prensa de lo aprendido en la academia,
contribuye inobjetablemente a la forja del oficio, con la solución a los tropiezos y la sonrisa satisfactoria en
los acierto. No se trata de cumplir etapas de prácticas calendarizadas por régimen docente. Por tal razón, mi lectura
aprobadora a esta iniciativa conmemorativa de mis colegas del ADELANTE y, sobre
todo, la convocatoria a mantener la puerta abierta con un letrero en la puerta:
SE ACEPTAN PROPOSICIONES, para estimular la creatividad de periodistas en
ciernes el transcurso del año.
No pude sustraerme a la
tentación de revisar TODOS los materiales - con el ojo evaluador del profesor
que he sido de algunas de esas firmas- que aparecen en la edición ADELANTE del
15 de marzo. Para muchos es conveniente la máxima calificación, incluso con asterisco,
pocos necesitarían pulido para ser luz del diamante.
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