Por José Gilberto Valdés
El Gobierno de los Estados
Unidos de América ha incrementado durante las últimas semanas el cerco económico
a Cuba.
(Tomado de la-guantanamera.blogspot.cu) |
Las nuevas acciones
demuestran la falsedad de sus argumentos en foros mundiales de que se trata de
un EMBARGO, cuando en realidad es un BLOQUEO
que durante más de medio siglo afecta a todos los residentes de la isla
y también a terceros en sus condiciones de entidades comerciales y financieras
internacionales, cuando impide transacciones monetarias o la compra y venta de
piezas, productos alimenticios, medicamentos, maquinarias y equipos en general.
La Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del
Tesoro de los Estados Unidos (OFAC, por sus siglas en
inglés) es el engendro imperialista
que persigue cualquier relación del mundo con Cuba. Uno de los hitos en el
cruel procedimiento ocurrió recientemente cuando impusieron multa ascendente a 619 millones al banco
holandés ING, quien se encargó de transacciones financieras con la Mayor de las Antillas. El Ministerio de Relaciones Exteriores
cubano denunció este hecho como la mayor
sanción en la historia de ese aparato gubernamental estadounidense.
También resulta escandalosa el
correctivo ascendente a un millón 750 mil dólares impuesto a la compañía sueca
Ericsson por reparar viejos equipos para las redes de telefonía móvil en la
isla caribeña.
Nos queda una pregunta: ¿Cuál
sería la reacción de los gobernantes de esos países acerca de la injerencia de
los Estados Unidos en la gestión de empresas pertenecientes a sus nacionales?
Durante el 2011, el Departamento del Tesoro norteamericano
congeló 245 millones de dólares, una cifra similar a los dos últimos años de la
guerra económica contra Cuba.
(Con información de Cubadebate y Cubahora)
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