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sábado, 4 de febrero de 2012

Cubanos que lo vivieron o leen Historia, no quieren multipartidismo

Por: José Gilberto Valdés
josegvaldes@gmail.com
En un intercambio sostenido en la red social twitter, en torno a la Primera Conferencia del Partido Comunista de Cuba, llamó la atención el tema del sistema multipartidista. Reitero que en uno de los mensajes de 140 caracteres escribí: Si tenemos educación y salud gratis, derecho al trabajo y la seguridad social, ¿cuáles serían los temas electorales en otros partidos?

Sin dudas, ese asunto requiere una reflexión mayor frente a patrañas de una especie mercenaria de blogueros. Para ellos, existe una apropiada expresión del patriota José Martí: rastracueros.

Los cubanos de buena fe que tienen más de 60 años de edad pueden apelar a la memoria de la campaña electoral que inundaba las calles de carteles, paredes y hasta los contenes de las aceras de pocas vías pavimentadas, con la propuesta de candidatos de partidos Conservador y Liberal, u otras denominaciones. Puentes, caminos y escuelas, eran palabas claves en las campañas.

¿Escuelas públicas? Recuerdo aquella en la que aun mis padres y hermanas pudieron costear el uniforme de pantalón y corbatín azul y nívea camisa. El aula era modesta, la maestra extraordinaria, dedicada a su quehacer, cuyo nombre rememoro con cariño referencial.
El primer día de clases me entregaron un block de hojas con rayas y un lápiz: nada más.

Posteriormente, la familia se apretó el cinturón y, mediante recomendación, asistí una escuela católica de artes y oficios, claro si aseguraba, religiosamente, el pago mensual de la matrícula. Los uniformes, libros de textos y material escolar, debían ser facturados, en un específico centro comercial.

Fui un niño de suerte. No tuve la opción de quedarme analfabeto o asistir a una desencajada vivienda, maltrechos pupitres, vestido de harapos y sin medios escolares, pero con maestros consagrados a su deber. El testimonio gráfico de esa época es accesible en cualquier buscador de Internet.

También invito a la lectura en la red de redes o en libros de Historia de Cuba, a temas relacionados con el famoso inciso K, que establecía el presupuesto anual para el pago de maestros y profesores, pero en realidad era una bolsa en la que metían la mano fraudulentos funcionarios gubernamentales, hasta el 1ro de enero de 1959.

Conocida es el historial de José Manuel Alemán, del Partido Auténtico, que era un auténtico malversador que ocupó el cargo de Ministro de Educación. Hizo una fortuna a costa del presupuesto escolar.

En abril de 1960, el Miami Herald aseguraba que sus inversiones en la Florida fluctuaban entre 70 y 200 millones de pesos. El 2 abril 1948, Hoy, periódico del Partido Socialista Popular (PSP), publicó que en una escuela de Palma Soriano, fueron desalojados muebles y libros por no pagar el gobierno los alquileres del local.

Yo concluí la enseñanza universitaria, gratuitamente, gracias a la existencia de un solo Partido en Cuba que si se preocupó y gestionó el bienestar de todos. En la expresión todos se incluyen a desmemoriados blogueros, que quizás fueron más aventajados en las matemáticas, específicamente en los cálculos numéricos en el bolsillo, que lamentablemente los conducen al individualismo, al servilismo.

Tenemos en nuestro país un solo Partido, heredero del creado por Martí quién conoció las entrañas del monstruo. Cualquier persona “ingenua” pudiera creer que el pluripartidismo nos haría cada vez más “iguales” a nivel universal. La unidad del pueblo ha sido la clave estratégica del éxito y las conquistas sociales de nuestro proceso revolucionario. Por la Constitución socialista votó la inmensa mayoría de los cubanos en un plebiscito transparente, democrático, independiente.

Quienes vivieron los avatares de aquella república anterior a 1959, quienes pueden consultar referencias en nuestra Historia, en modo alguno prefieren al multipartidismo que conduciría a la pobreza espiritual y material.

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