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martes, 20 de octubre de 2015

EL HIMNO NOS CONTEMPLA ORGULLOSO

(Imagen tomada de www.juventudrebelde.cu)
 | Por José Gilberto Valdés

Los himnos se consideran composiciones patrióticas, símbolos en todos los países. Nuestro Himno se refiere dos versos de su primera estrofa a la Patria, y resultó convocatoria de lucha en los primeros pasos por el tortuoso camino hacia  nacionalidad cubana, libre del coloniaje español.
La destacada intelectual Graziella Pogolotti señala acerca que “la primera, nos contempla orgullosa (…) La segunda alude al combate, entendido como siembra y resurrección, muerte y continuidad en la plenitud del ser.” *


Diez días después de aquel Octubre de  1868, tras el alzamiento armado en el ingenio La Demajagua, en la región oriental de la Isla, los ricos hacendados y campesinos criollos junto a esclavos liberados en esa ocasión, entran como soldados victoriosos al poblado de Bayamo. El pueblo reunido en la plaza cantó por primera vez el Himno, –conocido entonces como La Bayamesa–, cuya versión de dos estrofas es escrita por Perucho Figueredo, ahí mismo, sobre la montura de un caballo, en medio del fragor de los acontecimientos.
Unos  meses antes de este 20 de octubre, en la conspiración masónica para la lucha armada contra España, se había sugerido al abogado Figueredo que escribiera nuestra Marsellesa. La pieza musical tiene originalmente ocho estrofas. La marcha  indudablemente marcial, se había escuchado el 11 de junio de 1868 en la iglesia mayor, donde el gobernador español advierte el espíritu levantisco de la melodía.
Desde entonces, ha sido fiel acompañante  en los momentos agradables, cargados de dignidad, soberanos y también, en los luctuosos, en estos 147 años de sucesiva  historia revolucionaria de Cuba.
Así se le escuchó su música patriótica, memorizada por los patriotas,  junto al hechizado estruendo  metálico del machete mambí, en las guerras independentistas. Como dijera Martí, cuando dio a conocer el himno en el periódico Patria: “Oigámoslo de pie, y con las cabezas descubiertas”
Desde niño nos enseñan en la escuela que el Himno Nacional se canta con fuerza interpretativa, de pie. Es un himno de combate, como entonaron, una y otra vez, los combatientes del Ejército Rebelde, como se hizo aquel 16 abril de 1961, cuando se definió el rumbo al socialismo y Fidel convocó a la disposición frente al enemigo “con las estrofas del himno patriótico, con el grito de “al combate”, con la convicción de que “morir por la patria es vivir” y que “en cadenas vivir es vivir en oprobios y afrentas sumidos”.
Con el pasar de los años, los cubanos  no hemos temido a ningún sacrificio, pues el Himno nos contempla orgulloso.

* ¿Por qué un 20 de octubre?, Graziella Pogolotti (www.cubadebate.cu)


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