Por José Gilberto Valdés
Desde hace más de una década, el centro de entrenamiento para “gorilas” latinoamericanos en Fort Benning, Georgia, posee un nombre encubridor, edulcorado: Instituto del Hemisferio Occidental por la Cooperación en Seguridad en América Latina. En nada han cambiado, sin embargo, los manuales de torturas y procedimientos violatorios de los derechos humanos de la otrora Escuela de las Américas.
En los últimos tiempos, esos personajes adiestrados por el imperialismo yanqui han vuelto a mostrar su peluda bestialidad. Tal es el caso del golpe de estado contra José Manuel Zelaya, en Honduras (2009), cuyo ensañamiento contra el pueblo y los zarpazos antidemocráticos fueron promovidos por el Gorila Micheletti. Por otra parte, se estima que al menos uno de los tres coroneles que intentaron asesinar al presidente ecuatoriano Rafael Correa (2010) había cursado estudio en la siniestra academia militar norteamericana.
Las valoraciones de este comentario no tratan de llover sobre lo mojado, sino de la necesidad de refrescar la memoria de muchos hombres y mujeres y, además, explicar a las actuales generaciones los crímenes que contra los pueblos del hemisferio han cometido más de 61 mil militares adiestrados para la imposición de democracias de extrema derecha, serviles al Gobierno de los Estados Unidos.
A pesar de todo, se aprecia un despertar en la sensibilidad de los propios norteamericanos para enfrentar lo que representa esta “escuela” o “instituto” -como quieran vestir de seda-, pues recientemente TeleSur reportó que trece manifestantes habían sido detenidos durante una manifestación que demandaba el cierre de esa institución, que cuesta al bolsillo del contribuyente unos 18 millones de dólares cada año.
La propia fuente de comunicación añade que a principios de año, 69 congresistas expresaron semejante solicitud al presidente Obama. Hace un mes, un representante demócrata presentó un proyecto de ley para suspender las operaciones de esa institución de terror y violencia. Son ideas que necesitan crecer y multiplicarse.
Por más de una ocasión, los medios de comunicación han denunciado que muchos de los graduados de la Escuela de las Américas, desde que fue fundada en Panamá en 1946 y establecida en Georgia en 1984, se han convertido en dictadores latinoamericanos, líderes de escuadrones de la muerte o de sangrientos servicios de inteligencia, criminales de guerra o están relacionados con la CIA y el narcotráfico.
La School of the Americas con otro nombre mantiene vigentes sus macabros objetivos contra los pueblos latinoamericanos.
(Con información de Cubadebate, Enciclopedia contra el Terrorismo y CEME, Centro de estudios Miguel Enríquez, Archivo Chile)
No hay comentarios:
Publicar un comentario