Por José Gilberto Valdés
Camagüeyanos que participaron en la primera etapa de la “Operación Carlota”, denominación de la presencia militar internacionalista cubana en Angola, celebraron los cuarenta años de esa gigantesca escuela de solidaridad y ética revolucionaria.
En la peña histórica – cultural de los combatientes de El Mayor, con sede en la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), en la ciudad de Camagüey, volvieron a reunirse un grupo de veteranos del Batallón de la Gloria Combativa y otros que en distintas unidades comenzaron a llegar a partir del 4 de noviembre a tierras angolanas, a diez mil kilómetros de la Patria.
Retorna a la vieja casona, el ambiente familiar de hermanos de armas, entre sonrisas, saludos y una que otra guasa. Hay un paso de lista y entre ellos está aquel negro flaco, hoy con canas, pero que fue junto a otros dos jóvenes camagüeyanos, efectivos en el tiro con lanzacohetes BM durante la maniobra Primer Congreso (28 octubre 1975), fueron entre los primeros ponen en práctica sus conocimientos en un combate real, cerca de Luanda, el 10 de noviembre con piezas de artillería reactiva llegadas en un barco soviético.
Siempre es bien recibido en estos habituales encuentros Orestes, con su estela de más de treinta combates, y entre los primeros que combatieron a los sudafricanos. Vuelve a surgir el calificativo del “arma secreta” que Crespo estaba entrenado para emplearla contra la aviación enemiga. Eran los posteriormente conocidos misiles antiaéreos “Flechas”.
En la reunión de la tarde del sábado, solo estaba presente un grupo nutrido de los combatientes de la tierra agramontina, en representación de quienes participaron en la hazaña militar desde 4 de noviembre de 1975 hasta mediados de 1976, cuando se retiran las tropas invasoras sudafricanas y se desmoronaron las intenciones de los fantoches de la UNITA *, el FNLA** y los mercenarios para tomar el poder por la fuerza y desplazar al gobernante Movimiento Popular de Liberación de Angola, MPLA, sin dudas con un mejor proyecto social y político, para un pueblo que había sido secular colonia de Portugal.
Estos encuentros de los veteranos de la guerra en África, son organizados por el escritor de la serie de libros “Combatientes de El Mayor”, Benito Estrada Fernández (Soldado del Batallón de la Gloria Combativa), y en esta oportunidad también es aprovechado para celebrar los 96 años del triunfo de la Revolución de Octubre, que transformó a la nación rusa.
Curiosidad aparte fue la presentación de la revista Signos, editada en la central provincia de Villa Clara, con un artículo del referido autor sobre los cabildos de negros en la villa de Santa María de Puerto Príncipe (Camagüey), y la posibilidad de conversar con descendientes de esclavos angolanos, que mantienen vivas tradiciones culturales y creencias.
* Unión Nacional para la Independencia Total de Angola
** Frente Nacional para la Liberación de Angola
Camagüeyanos que participaron en la primera etapa de la “Operación Carlota”, denominación de la presencia militar internacionalista cubana en Angola, celebraron los cuarenta años de esa gigantesca escuela de solidaridad y ética revolucionaria.
En la peña histórica – cultural de los combatientes de El Mayor, con sede en la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), en la ciudad de Camagüey, volvieron a reunirse un grupo de veteranos del Batallón de la Gloria Combativa y otros que en distintas unidades comenzaron a llegar a partir del 4 de noviembre a tierras angolanas, a diez mil kilómetros de la Patria.
Retorna a la vieja casona, el ambiente familiar de hermanos de armas, entre sonrisas, saludos y una que otra guasa. Hay un paso de lista y entre ellos está aquel negro flaco, hoy con canas, pero que fue junto a otros dos jóvenes camagüeyanos, efectivos en el tiro con lanzacohetes BM durante la maniobra Primer Congreso (28 octubre 1975), fueron entre los primeros ponen en práctica sus conocimientos en un combate real, cerca de Luanda, el 10 de noviembre con piezas de artillería reactiva llegadas en un barco soviético.
Siempre es bien recibido en estos habituales encuentros Orestes, con su estela de más de treinta combates, y entre los primeros que combatieron a los sudafricanos. Vuelve a surgir el calificativo del “arma secreta” que Crespo estaba entrenado para emplearla contra la aviación enemiga. Eran los posteriormente conocidos misiles antiaéreos “Flechas”.
En la reunión de la tarde del sábado, solo estaba presente un grupo nutrido de los combatientes de la tierra agramontina, en representación de quienes participaron en la hazaña militar desde 4 de noviembre de 1975 hasta mediados de 1976, cuando se retiran las tropas invasoras sudafricanas y se desmoronaron las intenciones de los fantoches de la UNITA *, el FNLA** y los mercenarios para tomar el poder por la fuerza y desplazar al gobernante Movimiento Popular de Liberación de Angola, MPLA, sin dudas con un mejor proyecto social y político, para un pueblo que había sido secular colonia de Portugal.
Estos encuentros de los veteranos de la guerra en África, son organizados por el escritor de la serie de libros “Combatientes de El Mayor”, Benito Estrada Fernández (Soldado del Batallón de la Gloria Combativa), y en esta oportunidad también es aprovechado para celebrar los 96 años del triunfo de la Revolución de Octubre, que transformó a la nación rusa.
Curiosidad aparte fue la presentación de la revista Signos, editada en la central provincia de Villa Clara, con un artículo del referido autor sobre los cabildos de negros en la villa de Santa María de Puerto Príncipe (Camagüey), y la posibilidad de conversar con descendientes de esclavos angolanos, que mantienen vivas tradiciones culturales y creencias.
* Unión Nacional para la Independencia Total de Angola
** Frente Nacional para la Liberación de Angola
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