Por
José Gilberto Valdés
ADELANTE
fue el primer periódico fundado por la Revolución cubana, apenas doce días después
del triunfo de las tropas rebeldes en enero de 1959.
Con
motivo del aniversario 55 me pidieron que escribiera unas palabras acerca de mi
estancia en ese medio de prensa desde el año 1970 hasta 1993, aunque todavía no
he podido desprender el pie izquierdo de esa redacción, a la que acudo
habitualmente. Además ahí tengo plasmado
un gen nombrada Bárbara, que aprendió a caminar en los pasillos de la redacción
y ahora mis compañeros la reciben como
editora de la versión digital de esa publicación.
Dos
cosas aprendí durante más de una veintena de años de convivencia en el
colectivo andariego de trabajadores del
entonces diario ADELANTE: responsabilidad y ética.
Hacia
cualquier lado que mirara en la estrecha redacción de la calle Príncipe y,
luego, en el amplio salón de la avenida Jayamá, siempre había un punto
referencial de ambas cualidades humanas, ocupado por los “maduros” Labrada,
Paco Varona, Oriel, Ramírez, Boudet…, los “veinteañeros” Elio, Sarmiento,
Durán, Otilio, María Delys, Carmita, Betancourt…, los “inquietos” Serpa y
Funes, hasta los “negros” del taller: tendría que escribir decenas de nombres
no olvidados.
No
podría dejar en el tintero a aquella Sara que me dedicó la crónica “El presente
ausente” en mayo de 1976, o a Ángel Pedro, un tabaquero que se hizo periodista:
como todos, para defender a la Revolución.
El
ambiente de la redacción las más de las veces era relajado. Nos llamábamos con
sobrenombres, ninguno hiriente, sin embargo, no los voy a relacionar en
público. Basta decir que era un tratamiento jocoso de estimación y amistad. Al
cabo de 43 años de profesión escucho con agrado un ¡¡PEPE!! o EL GORDO
VALDÉS: ese es alguien de la vieja tropa.
A
las largas jornadas desde la mañana a la madrugada, cuando se ponía en marcha
la rotativa, buscábamos espacios libres para un torneo de ajedrez, el dominó a
la hora del almuerzo, tirar con escopetas de peles, jugar softbol, incursionar
en cuevas y hasta unos pocos aprendieron paracaidismo, mientras otro voló en
planeador: éramos tan jóvenes. Bueno, hasta la dulce Carmita fue Lucero del carnaval provincial.
En
las líneas que me han pedido escribir por el aniversario de ADELANTE, en
modo alguno dejaría de contar una de las tantas anécdotas como reportero. Era
encargado de acudir, noche por noche, a la dirección provincial de zafra y
copiar las estadísticas de las molidas de los centrales para un recuadro en la
primera plana del diario. En cierta ocasión, el Comandante Rogelio Acevedo,
delegado del Buró Político en la provincia, me sugirió que cambiáramos el plan
de molida operacional por el mayor de la potencial de cada ingenio y calcular
el por ciento de cumplimiento: los nuevos números fueron publicados.
A
la mañana siguiente me despertaron fuertes golpes en el portón de la casa y
recibí con asombro el mensaje que transmitía el chofer: tienes que ir
para el periódico, te están esperando para nada bueno.
Apenas
abrí la puerta de la dirección y ya Boudet me requería sobre lo que yo
había hecho con las estadísticas de zafra: desde los veintitantos centrales de
la provincia habían llamado con quejas de errores en la tabla.
Expliqué lo
sucedido en la noche anterior y pedí que lo comprobaran en la oficina de
Acevedo. La respuesta me devolvió el alma al cuerpo: era algo así como que
no se debe moler con planes facilitos.
También,
en la actualidad, habría que cambiar algunos numeritos, para que las cosas se
hagan sudando la camisa de veras: ¿no creen mis colegas?
Para
quienes se abrieron otros caminos en el quehacer profesional, nos resulta
difícil terminar de sacar el pie izquierdo y siempre recurvamos: nos agrada
sentir el calor humano de esos colegas, aun cuando existen rostros
nuevos.
En
cualquier escenario de valoraciones de profesionales, reitero el concepto de
que el colectivo de ADELANTE es una escuela, tanto para quienes partimos del
conocimiento empírico para escribir una noticia, como para los que pasaron la
academia y antes llegaban a cuenta gotas, mientras ahora lo hacen en vastas y
hermosas horneadas: existe la sutil asignatura del ejemplo personal que forja
responsabilidad y la ética.
Pepe, felicidades por tu comentario, en verdad creo que no se te quedo alguien del Adelante, a pesar de estar lejos de alla, siempre te recuerdo como una persona alegre y jovial, no en el periodico pero si en la TV siempre el ambiente fue excelente y compartimos tambien muy Buenos momentos, en sentido general las redacciones son espacios muy encantadores, felicidades a todos y abrazos para ti y flia
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario, lo de alegre jovial seré hasta la sepultura. Muchos abrazos a tu familión
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