* CONTINUAN PREPARATIVOS PARA LA AGRESIÓN
* LA ACCIÓN MILITAR NO TENDRÍA AMPLIO APOYO DE ALIADOS
Estados Unidos continúa hoy los preparativos para una acción contra Siria,
a pesar del bajo nivel de apoyo y las dudas expresadas por militares
retirados y en servicio activo sobre las ventajas de esa operación. En
el plano interno, las encuestas más recientes señalan que alrededor de
80 por ciento de los estadounidenses estiman que para realizar un ataque
contra la nación árabe el presidente Barack Obama debe contar con el
apoyo del Congreso, que reinicia sus sesiones el 9 de septiembre
próximo.
El presidente Barack Obama está
también bajo la presión del legislativo, y en ese sentido el líder de
la Cámara de Representantes, John Boehner, expresó la víspera la
posibilidad de interrumpir el receso de los legisladores y realizar una
sesión anticipada de ese órgano para analizar la crisis.
De producirse dicha acción militar, sería la primera vez en más de
tres décadas que un mandatario norteamericano realiza una agresión
contra una nación extranjera sin un apoyo amplio de sus aliados, ni
siquiera del Reino Unido, su habitual socio incondicional.
Solo Francia ha expresado su decisión de apoyar una eventual operación bélica contra la nación árabe.
Esta falta de apoyo internacional preocupa a analistas militares
estadounidenses, como el caso del general retirado Charles Brower,
profesor del Instituto Militar de Lexington, estado de Virginia, quien
considera que Obama necesita la ayuda de sus aliados a quienes debe
argumentar la justificación legal para una acción de ese tipo.
Militares estadounidenses en activo también tienen serias dudas
acerca de las ventajas de un ataque militar contra Siria, debido a las
restricciones impuestas al Pentágono por la actual crisis fiscal y el
desgaste de los servicios armados en otros conflictos recientes.
Según el diario The Washington Post, más de una docena de oficiales
estadounidenses, con rangos desde capitanes hasta generales, mostraron
su preocupación acerca de las probables consecuencias de un ataque con
cohetes crucero contra objetivos en Siria.
Algunos de los entrevistados por el Post señalaron que la Casa Blanca
carece de una estrategia coherente contra el Gobierno de Damasco por lo
que una eventual operación contra objetivos militares sirios resulta al
menos ambigua.
Incluso el presidente de la Junta de Jefes de Estado Mayor de Estados
Unidos, general Martin Dempsey, expresó recientemente su oposición a un
ataque contra Siria.
En una carta dirigida al congresista demócrata Eliot Engel, Dempsey,
el militar de más alto rango en el país norteño, descartó la posible
realización de ataques con cohetes crucero y otras opciones similares
sin emplear tropas terrestres en suelo sirio, porque dichas acciones
llevarían a Washington a una guerra sin perspectivas en Oriente Medio.
El general aseguró que las proyecciones políticas de los líderes de
las bandas armadas que intentan derrocar por la fuerza al Gobierno de
Damasco constituyen un peligro para los intereses de Estados Unidos.
Según el alto jefe castrense, el problema en Siria no se limita a
escoger una de dos partes en conflicto, sino entre muchos contendientes,
y cuando Estados Unidos seleccione uno de ellos será porque el
equilibrio está a su favor y eso no es posible en las condiciones
actuales.
(Tomado de Cubadebate, con información de Prensa Latina)
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