Por José Gilberto
Valdés
En muchas de las
imágenes conocidas de Ernesto “Che” Guevara se le aprecia con una cámara
fotográfica en sus manos, la cual puede sugerir este prisma de periodista congénito
que complementa al legendario médico argentino; Comandante del Ejército Rebelde,
político, escritor y ministro de excepcional
ciudadanía cubana; al combatiente internacionalista que reclamaron otros
pueblos del mundo.
Ernesto fue un aficionado a la fotografía y en ocasiones resultó una fuente de ingresos, como coberturas
periodísticas durante los Juegos Panamericanos de 1955 en México. La agencia de
prensa no le pudo pagar y entonces realizó funciones de fotógrafo ambulante,
desandando las calles de la capital del país centroamericano.
Nacido un 14 de junio
hace noventa años en Rosario, Argentina, desde la juventud intransigente siempre
disponía de una cámara fotográfica con las cuales captó imágenes de su recorrido en
motocicleta por países de Latinoamérica, en la Sierra Maestra y los viajes
como diplomático cubano en Europa, Asia y el Medio Oriente. Entre sus
autorretratos hay uno correspondiente a los días en que encontraba en Tanzania,
luego de los ocho meses de la guerrilla en el Congo.
También en Bolivia mostró
a través de un visor artístico sus
puntos particulares en dramático entorno social y las razones de la lucha
internacionalista.
La fotografía era una
pasión del “Che”. Esta afirmación tiene como origen el reciente encuentro de los
colegas de la prensa camagüeyana con Perfecto Romero, hoy fotógrafo de
Palante quien recuerda que le debe al Comandante rebelde su bautizo como
corresponsal de guerra, desde que se incorporó en octubre de 1958 a la Columna
Ocho “Ciro Redondo”. El tenía el oficio
de tomar fotos de bodas y cumpleaños; llevaba una cámara colgada al cuello
cuando se encontró con el jefe guerrillero, quien lo convence que todos son
importantes, desde soldados hasta reporteros.
Así acompañó a las fuerzas rebeldes,
encabezadas por Guevara y Camilo Cienfuegos –conserva 600 negativos del Señor
de la Vanguardia--, en los combates pueblo
a pueblo durante la marcha victoriosa hasta La Habana. Posterior al
triunfo de enero de 1959, el “Che” le encomienda otra misión en la naciente
revista Verde Olivo.
El reconocido
fotorreportero honró con su presencia el Taller Nacional sobre Libertad de
Expresión, que sesionó a inicios de mayo en la ciudad de Camagüey. Igualmente, el
Premio Nacional de Periodismo José Martí en el año 2013 inauguró la exposición
1958 en el espacio galerístico del periódico Adelante.
Una de las
fotos del
Guerrillero Heroico más reconocidas en el mundo,
convertida prácticamente en un ícono, es la tomada por Alberto Díaz
“Korda”, el 5 de marzo de 1960, día en que Fidel Castro pronunció por primera
vez la consigna Patria o Muerte. Es un primer plano, con su chaqueta verde
olivo, la boina negra y la estrella.
En los avatares de la
profesión, el redactor conoció igualmente la anécdota del joven Gerónimo Álvarez Batista (fallecido
hace tres años), corresponsal de los periódicos nacional Hoy y provincial
Adelante, quien en inusual protocolo se acercó a Ernesto “Che” Guevara en el año
1963 para entrevistarlo. Varios testimonios
coinciden en que se trasladó en un remedo de motocicleta hasta los
cañaverales del central Ciro Redondo --en la actual provincia de Ciego de Ávila--
con una antológica cámara fotográfica Kodak de cajón. El “Che” le dijo que ahí
se venía a cortar caña, no a tirar fotos y agregó: “cortas caña a la par mío y
después te doy la entrevista”.
Pasados jornadas de intensa
labor, Gerónimo obtuvo las fotos del entonces ministro de Industrias, en sus
gestiones para la mecanización del corte de caña. El relato acerca de la
cobertura especial tuvo como conclusiones que el “Che” le contó a Blas Roca director
del periódico Hoy los trabajos que pasaba con la cámara de cajón y le entregaron
una nueva. Para él siembre fue una satisfacción de vida haber hecho la
entrevista y, posteriormente, escribir el libro Che: una nueva batalla,
publicado por la Editorial Pablo de la Torriente Brau, de la Unión de
Periodistas de Cuba (Upec).
El trabajo que desarrollo
el Che como fotógrafo fue conocido en 1990 en la Casa de las Américas en
la Habana y luego se convirtió en una exposición itinerante, visitando 16
ciudades en diez países. Según explica Otto Alejandro González, diseñador
del Centro de Estudios Che Guevara: es
una exposición en la que mostramos al artista, al hombre que supo, desde las
imágenes, reflejar las complejidades de su contexto histórico.
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