(Recopilación José Gilberto Valdés)
La XIII Cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de
Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), se celebra el
domingo 14 de diciembre en el Palacio de la Revolución de La Habana.
El diario cubano Juventud Rebelde acota que este encuentro
de seguidores de Bolívar celebrará los diez años de fructífera alianza común
dentro de la diversidad y honrará la obra integracionista de los líderes
fundadores Fidel Castro y Hugo Chávez.
Con nueve países miembros: Antigua y Barbuda, Bolivia, Cuba,
Dominica, Ecuador, Nicaragua, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas y
Venezuela, el ALBA-TCP pudiera contar además, si se produce en La Habana la
oficialización esperada, con la integración plena de San Cristóbal y Nieves y
Granada.
Los actuales países miembros del ALBA-TCP abarcan más de
tres millones de kilómetros cuadrados y poseen una población total de 74
millones de habitantes. La orientación social de sus programas la ha
caracterizado como plataforma de integración inédita que conecta las fortalezas
en función de transformaciones estructurales en bien de los pueblos.
Las cifras respaldan los logros del ALBA en campos como la
educación, con programas de alfabetización y pos alfabetización que ha
beneficiado a más de ocho millones de personas, según destaca hoy www.cubadebate.cu
En la noticia de ese sitio en Internet se agrega que el
presente año los médicos cubanos han atendido a dos mil 348 pacientes de
diferentes países y realizaron mil 371 operaciones de cataratas y otras
afectaciones oculares.
El centro de acción del ALBA es la lucha contra la pobreza y
la exclusión social y se basa en la creación de mecanismos para fomentar la
cooperación entre los países.
Hace unas horas, los países del ALBA-TCP rechazaron las
acciones intervencionistas contra el Pueblo y el Gobierno Bolivariano de
Venezuela promovidas en el Congreso de los Estados Unidos de América.
En un comunicado especial, esa organización integracionista de
naciones declaró que la denominada “Ley de Defensa de los Derechos Humanos y la
Sociedad Civil en Venezuela de 2014”, que se aprobó en el Senado y la Cámara de
Representantes estadounidenses, constituye un aliento a la desestabilización de
la República Bolivariana de Venezuela y abre las puertas a acciones
anticonstitucionales contra el Gobierno legal y legítimamente electo del
Presidente Nicolás Maduro Moros.
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