Por José Gilberto Valdés
El DOS MIL DOCE ha sido un año de trascendentes decisiones en la actualización del modelo económico socialista cubano y de acontecimientos de impacto social, como el proceso de elección de los delegados a las Asambleas Municipales del Poder Popular, la atención de creyentes y no creyentes a la visita del Papa Benedicto XVI y el desarrollo del Censo de Población y Viviendas.
A la par, en Octubre y meses posteriores enfrentamos con entereza situaciones emergentes de la naturaleza por el paso del huracán SANDY, en la región oriental de la Isla que pusieron en tensión todas nuestras fuerzas y recursos, mientras se expresó en grande la solidaridad del mundo con la Mayor de las Antillas.
En la hora del recuento de estos doce meses de cambios a la cubana, sin acrobacias ni apresuramientos, hay que referir el inicio del año con la celebración de la Primera Conferencia del Partido Comunista de Cuba.
En la cita trascendieron las medidas para perfeccionar a la organización partidista y se determinó la voluntad renovadora de la política económica y social del Partido y la Revolución, como sumatoria de los debates en los que de uno u otro modo, participó la mayoría de la población.
A partir de ese momento, cinco palabras: Orden, Disciplina, Exigencia, Control y Evaluación, han estado presentes en las transformaciones para eliminar trabas y ataduras en la gestión de entidades económicas y presupuestadas, y también en el amplio desarrollo del sector no estatal, en el cual están presentes más de 400 mil personas.
Por estas razones, se han comenzado a borrar en algunas mentes el inmovilismo, la improvisación, de manera que al culminar el año los resultados son superiores en la esfera productiva, aun cuando persiste sinsabores en el proceso inversionista, que sin dudas, conduciría a avanzar más rápido y con calidad en la actualización de la economía y los servicios.
En la batalla ha sido necesario enfrentar un recrudecimiento del desaforado y cruel bloqueo económico y financiero del Gobierno norteamericano, que al cabo de medio siglo insiste en la desestabilización política en la Isla.
En el 2013, los cubanos enfrentarán con una mejor precisión y conducta cotidiana de exigencia y rigor los objetivos en la actualización del modelo económico cubano.
A partir de enero entrará en vigor la nueva Ley Tributaria y se realizará en el año la consulta popular al Anteproyecto del nuevo Código de Trabajo, que favorecerá las relaciones de las fuerzas productivas en los actuales escenarios.
Igualmente, se aplicará la renovada política migratoria, en tanto el Decreto 330 abre nuevas expectativas para quienes trabajan las tierras en usufructo en la agricultura.
También se llevará a cabo una nueva convocatoria al ejercicio de plena democracia el próximo 3 de febrero para las elecciones de los casi mil 270 delegados a las Asambleas Provincial del Poder Popular, y los 612 diputados del Parlamento para un período de cinco años.
En los nuevos horizontes del año 55 del triunfo de la Revolución y del 60 aniversario del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, continuará el trabajo transformador en Cuba –como expresara Raúl Castro- para desarrollar una sociedad socialista sustentable y próspera.
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