Por José Gilberto Valdés
valdes@tvcamaguey.icrt.cu
A CIENTO QUINCE años de aquel 24 de febrero de 1895, volvemos a tocar clarín para los pinos nuevos en la continuidad de la Revolución que no ha cesado de seguir el pensamiento de nuestro José Martí.
Durante los preparativos para la Guerra Necesaria, con fecunda pasión patriótica, Martí promovió la unidad de los mambises, que habían visto truncados sus deseos de independencia del yugo español tras diez años de lucha, con las nuevas generaciones de cubanos fuera y dentro de la Mayor de las Antillas. “Los Pinos Nuevos con Los Pinos Viejos”.
“Rompió de pronto el sol sobre un claro del bosque, y allí, al centelleo de la luz súbita, vi por sobre la yerba amarillenta erguirse, en torno al tronco negro de los pinos caídos, los racimos gozosos de los pinos nuevos: ¡Eso somos nosotros: pinos nuevos! “ (Tampa, 27 de noviembre de l891)
El 24 de febrero de 1895 se produjeron alzamientos en la región oriental de la Isla, a pesar de que la mano peluda del naciente imperialismo yanqui había apresado (Puerto de Fernandina) los barcos y logística, acumulada tras restricciones del bolsillo, centavo a centavo, de los tabacaleros en La Florida y otros simpatizantes residentes en los Estados Unidos.
Cuatro años de lucha después, el poder de España estaba debilitado. En esa situación se produjo, en 1898, la intervención de los Estados Unidos en la guerra tomando como pretexto el estallido del buque “Maine”, en el puerto de La Habana.
Los yanquis secuestraron los esfuerzos de los criollos por emanciparse de la dominación colonialista. Sin embargo, la doctrina martiana forjada en los valores épicos, morales y éticos de la nacionalidad cubana, fue inspiración en la continuidad de la lucha.
Posteriores generaciones de patriotas revolucionarios, escucharon la clarinada como pinos nuevos dispuestos a seguir el ideario martiano. A partir de enero de 1959 hemos organizado, con todos y para el bien de todos, un Estado unitario y democrático, socialista.
En 50 años, el culto de los cubanos ha sido la dignidad plena del hombre. Así lo pensó Martí.
En estos días, los mambises del siglo XXI enfrentan con espíritu patriótico las ideas tenebrosas de algunos rastacueros que esperan la desaparición de Fidel y los dirigentes históricos, para desarmar a nuestro pueblo. Sus siniestros objetivos están dirigidos a propiciar el retorno a la humillante opresión de la justicia social y el bienestar individual y colectivo, a la desigualdad económica y corrupción política y administrativa, a las condiciones de vida donde el hombre es lobo de los hombres.
Como expresó Raúl en la Asamblea Nacional del Poder Popular (diciembre 2009): “Quienes así piensan están condenados al fracaso porque las generaciones de patriotas revolucionarios que nos sucederán, en primer lugar nuestra magnífica juventud, nunca se desarmarán ideológicamente”
El clarín toca nuevamente para los mejores hijos de la Patria, por la unidad y la continuidad de la Revolución forjada por Fidel.
Esta noche y por espacio de un mes, más de 8 millones 400 mil cubanos mayores de dieciséis años de edad intervendrán en el proceso de nominación de candidatos a delegados (concejales) de las Asambleas Municipales del Poder Popular. Esta es una de las expresiones más transparentes de nuestro sistema electoral.
Estas elecciones parciales se celebran cada dos años en Cuba. Con la más amplia participación de los electores, quienes tienen la intención de presentar a los comicios del 25 de abril próximo, a una mayor representación de mujeres y jóvenes, así como una mejor composición étnica, con la presencia de más negros.
Se elegirán en las urnas a los pinos nuevos con “virtudes, méritos y capacidad" para garantizar la continuidad del carácter socialista del Estado cubano.
(foto tomada de Cubadebate. "Muestra de la colección Cincuenta veces Cuba". Foto: Kaloian Santos)
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