EL PÉRFIDO ALETEO DE UNA PALOMA

Por José Gilberto Valdés / Televisión Camagüey

El huracán Paloma impactó a nuestro país a las 7:25 de la noche de hoy sábado por las inmediaciones de Santa Cruz del Sur, en Camagüey, lugar que hace 76 años casi desapareciera del mapa por culpa de una marea de tormenta ocasionada por otro meteoro.

Al tocar tierra cubana con vientos sostenidos de 195 km/h, Paloma era un categoría 3 en la escala Saffir-Simpson de un máximo de 5.

Cuando todos los camagüeyanos estaban inmersos en la solución de los severos daños ocasionados por el huracán IKE, sienten a sus espaldas el aleteo pérfido de una PALOMA.

Como hace dos meses, nos preparamos con disciplina y organización para preservar las vidas humanas y disminuir las pérdidas de recursos de la economía de los efectos de la nueva amenaza de la Naturaleza, que esta vez penetró por el sur.

El nuevo organismo ciclónico arriba por la costa sureña en fecha similar a la del huracán del año MIL NOVECIENTOS TREINTA DOS, pero en modo alguno coincidirá con la catástrofe histórica en Santa Cruz del Sur, a causa de la indolencia de las autoridades gubernamentales de aquellos tiempos.

Y es que Cuba mantiene un sistema de Defensa Civil en continuo perfeccionamiento capaz de enfrentar con eficiencia peligros naturales o accidentales y minimizar daños a las personas y la economía. Todos los años la población participa de un ejercicio denominado Meteoro, que la prepara para enfrentar cualquier tipo de desastre.

Con la amenaza del paso del segundo organismo ciclónico por este territorio centro oriental cubano, la máxima prioridad del Consejo de Defensa Provincial, ha sido acelerar la movilización hacia lugares seguros de las personas residentes en zonas costeras o de riesgo de inundación por intensas lluvias.

Hasta la noche del sábado se habían evacuado más de 98 mil 600 personas, bien hacia los albergues preparados en centros escolares, o en viviendas de vecinos y amigos

Camagüey fue una de las tres provincias cubanas más afectadas con el huracán IKE, del pasado 8 de septiembre, pues dejó un rastro de cuantiosos daños, entre ellos a más de 100 mil viviendas, lo cual representa cuatro de cada diez casas.

También causó destrozos al sistema de servicio eléctrico --el cual beneficia a más del 90 por ciento de la población--, a los cultivos de viandas y hortalizas, instalaciones agropecuarias y a fabricas, centros escolares y de salud y otros servicios.

Nuevamente será puesta a prueba la capacidad recuperativa de los camagüeyanos. Nos sentimos seguros, apoyados por manos solidarias. Saldremos adelante, a pesar de que “Paloma” no nos trajo un mensaje de Paz