josegvaldes@gmaIL.com
La campaña mediática contra Cuba parece que se regenera cíclicamente, siempre el bombardeo ideológico parte desde los Estados Unidos de América, que desde el año 1959 ha acogido en su seno a la escoria cubana de criminales, saboteadores y vendepatrias.
Desde las primeras semanas, tras el triunfo de las fuerzas rebeldes, el pueblo cubano ha librado una larga batalla contra la mentira. En aquellos días la llamada “Operación Verdad” desenmascaró a agencias noticiosas norteamericanas y a representantes del Gobierno de los Estados Unidos que intentaron manchar la decisión de juzgar a esbirros de la dictadura de Batista que causaron la muerte a 20 mil cubanos…
Nuevamente, los hijos de la Patria de José Martí estamos obligados a emplear el escudo de la razón, devolver el golpe y pedir explicaciones.
Un editorial del periódico Granma (31 julio 2012) denuncia que se han publicado 900 informaciones de prensa y 120 mil mensajes en redes informáticas sobre el lamentable accidente de tránsito en el que perdieron la vida dos ciudadanos cubanos y resultaron lesionados un español y un sueco.
Las pretensiones de la mafia anticubana en Miami eran convertir en asesinato político el fatídico saldo causado por descontrol en la conducción de un vehículo que circulaba a altas velocidades.
La mentira dio pasos cortos montando un espectáculo mediático, sin una gota de pudor ni límites éticos, confundiendo la opinión internacional. Sin embargo, la verdad la alcanzó con la acostumbrada transparencia de la Revolución Cubana y fragmentó en mil pedazos la infamia.
Primero con la profunda investigación de peritos del Ministerio del Interior y testimonios de testigos presenciales. Ahora, los propios sobrevivientes del evento casual en la zona oriental del país -en el que murieron los disidentes Oswaldo Payá y Harold Cepero-, confirmaron en rueda de prensa que fue un accidente del tránsito.
Pero además:
• El sueco Jens Aron Modig explicó que viajó a la isla siguiendo instrucciones de su partido, la Liga Juvenil Cristianodemócrata (KDU), con el fin de reunirse con el opositor y miembros de su organización ilegal para entregarles cuatro mil euros. No recordó haber visto otro auto involucrado en el percance.
• El español Ángel Carromero solicitó a la opinión pública internacional evitar usar con fines políticos el accidente de tránsito. Las declaraciones del dirigente juvenil del Partido Popular, de España, coincidieron como causa del percance el exceso de velocidad.
La campaña mediática contra Cuba parece que se regenera cíclicamente, siempre el bombardeo ideológico parte desde los Estados Unidos de América, que desde el año 1959 ha acogido en su seno a la escoria cubana de criminales, saboteadores y vendepatrias.
Desde las primeras semanas, tras el triunfo de las fuerzas rebeldes, el pueblo cubano ha librado una larga batalla contra la mentira. En aquellos días la llamada “Operación Verdad” desenmascaró a agencias noticiosas norteamericanas y a representantes del Gobierno de los Estados Unidos que intentaron manchar la decisión de juzgar a esbirros de la dictadura de Batista que causaron la muerte a 20 mil cubanos…
Nuevamente, los hijos de la Patria de José Martí estamos obligados a emplear el escudo de la razón, devolver el golpe y pedir explicaciones.
Un editorial del periódico Granma (31 julio 2012) denuncia que se han publicado 900 informaciones de prensa y 120 mil mensajes en redes informáticas sobre el lamentable accidente de tránsito en el que perdieron la vida dos ciudadanos cubanos y resultaron lesionados un español y un sueco.
Las pretensiones de la mafia anticubana en Miami eran convertir en asesinato político el fatídico saldo causado por descontrol en la conducción de un vehículo que circulaba a altas velocidades.
La mentira dio pasos cortos montando un espectáculo mediático, sin una gota de pudor ni límites éticos, confundiendo la opinión internacional. Sin embargo, la verdad la alcanzó con la acostumbrada transparencia de la Revolución Cubana y fragmentó en mil pedazos la infamia.
Primero con la profunda investigación de peritos del Ministerio del Interior y testimonios de testigos presenciales. Ahora, los propios sobrevivientes del evento casual en la zona oriental del país -en el que murieron los disidentes Oswaldo Payá y Harold Cepero-, confirmaron en rueda de prensa que fue un accidente del tránsito.
Pero además:
• El sueco Jens Aron Modig explicó que viajó a la isla siguiendo instrucciones de su partido, la Liga Juvenil Cristianodemócrata (KDU), con el fin de reunirse con el opositor y miembros de su organización ilegal para entregarles cuatro mil euros. No recordó haber visto otro auto involucrado en el percance.
• El español Ángel Carromero solicitó a la opinión pública internacional evitar usar con fines políticos el accidente de tránsito. Las declaraciones del dirigente juvenil del Partido Popular, de España, coincidieron como causa del percance el exceso de velocidad.
Queda demostrado que campañas mediáticas estructuradas y con abundante financiamiento también pretenden enmascarar, según apunta el colega guatemalteco Percy Francisco Alvarado Godoy, “…la abierta intromisión de varios gobiernos de la UE, partidos políticos y supuestas ONGs en la intromisión de los asuntos internos de Cuba…”
Mil, decenas de miles de mentiras de los quintacolumnistas, se desvanecen siempre contra el escudo cubano de la verdad y la razón.
Mil, decenas de miles de mentiras de los quintacolumnistas, se desvanecen siempre contra el escudo cubano de la verdad y la razón.
(Con información de Cubadebate y PL)