Por José Gilberto Valdés
José Martí tenía tanta fuerza en la palabra
desde una tribuna, como en la letra impresa. Mil razones justificaban su amor a
la Patria y el rechazo a quien la oprimía, cuando expresaba: “Odio la pluma que no vale para clavar la
verdad en los corazones y sirve para que los hombres defiendan lo contrario de
lo que les manda la verdadera conciencia, que está en el honor, y nunca fuera
de él"
Aunque es un hombre universal, cuyas ideas
inspiran la libertad y progreso en un mundo mejor, particularmente los periodistas cubanos
acogemos el legado del periodismo de látigo con cascabeles, en función
educativa, de prédica y orientación.